La Semana anterior a la Semana Santa se conoce como Semana de Pasión, esto se debe a que en la liturgia anterior a las reformas de Pablo VI, el domingo, llamado entonces Primer Domingo de Pasión (siendo el segundo el Domingo de Ramos), se leía el evangelio de la Pasión del Señor según San Mateo, leyendo la Pasión según San Marcos el martes y la Pasión según San Lucas el miércoles (reservando el texto de San Juan para el Viernes Santo).

Las reformas del misal de Pablo VI convirtieron al Primer Domingo de Pasión en V Domingo de Cuaresma, pero la terminología de Semana de Pasión, permanece en el legado popular y especialmente en el ámbito de la Hermandades y Cofradías de Semana Santa, que concentran en el antiguo Domingo de Pasión numerosos cultos.

Nuestra Hermandad se funda a los pocos años de las reformas litúrgicas posteriores al Concilio Vaticano II y su liturgia refleja perfectamente el momento de adaptación a los cambios. Sin duda no es casualidad que en la estación penitencial que celebramos en el atrio de la Santa Iglesia Catedral, se proclamé la Pasión del Señor (como en el rito antiguo se hacía durante toda esta semana).

Tras las reformas, la denominación Semana de Pasión constituye un recuerdo del rito antiguo, reservando la denominación de Domingo de Pasión para el Domingo de Ramos, cuyo nombre exacto es Domingo de Ramos en la Pasión del Señor.

 

Foto: Santa Faz", Jacopo Amigoni, h. 1740. Museo Nacional del Prado, Madrid.